Compartir es vivir

Las cinco R del residuo cero, no solo reducen

nuestros desechos físicos,

cambia nuestra manera de sentir a Madre Tierra.

 

El movimiento Zero Waste, Residuo Cero en español, intenta paliar los gravísimos efectos de la contaminación por plásticos, objetos de un solo uso, las toneladas de basura textil que no tienen reciclaje, el aluminio, que tampoco se recicla en la mayor parte de los países y todo el gasto de energía y agua que se gasta en la producción de todos esos recursos efímeros.

 

1.- RECHAZAR

 

Mira que me gusta que esta sea la primera, porque en este mundo consumista, es un horror salir a comprar, donde las tiendas te meten por los ojos sus productos generando una necesidad que no se tiene, muchas veces en base al miedo.

Miedo a la escasez, por eso compro paquetes y paquetes de cosas 3×2, que sé positivamente que terminarán en la basura, pero en ese momento, es que siento el hambre que voy a pasar.

Miedo a ser menos, porque la valía se mide por lo que posees ¿no? Tanto tienes tanto vales, así que tengo el doble de zapatos que mis amigas.

Miedo al rechazo, la verdad es que odio el paté de aceitunas, pero todas mis amigas veganas lo compran y no voy a ser yo menos, no sea que me den de lado.

Pero no solo es lo que compramos, es que nos regalan, bolis, encendedores, pisapapeles, horribles relojes para la cocina. Si no vas a usar lo que te van a regalar, recházalo con toda tu amabilidad, no lleves a tu casa cosas, que van a terminar amontonadas.

Antes de comprar o aceptar un detalle, sea el que sea, igual nos viene bien hacernos las siguientes preguntas:

¿Realmente lo necesito? ¿Puedo sustituirlo por algo que ya tenga? ¿Lo puedo hacer yo mismo? ¿Me ayuda a reducir la basura o la aumenta? ¿Si no lo compro o lo acepto cambia algo?

 

 

2.-REDUCIR

 

Dentro de lo que necesitamos, que no digo yo que vivamos del aire, hay muchas cosas de las que podemos prescindir, y muchas otras que las podemos consumir de otra manera.

Uno de los mayores residuos que hay en mi casa, son los botes de plástico, de gel, de champú, de detergente, de suavizante, de lejía.

Una de las cosas que podemos hacer para reducir es comprar lo productos de higiene corporal en pastillas, y de los productos de limpieza a granel, con lo que el envase que compras una vez tiene más vidas que un gato.

Tampoco necesitamos cuatro cremas para la cara con diferentes acciones, tres acondicionadores de pelo, por si hoy lo quiero liso o curly, el limpiador del horno, el de la vajilla, el de la vitro, el de la grasa. Se puede reducir muchísimo con productos que son multiuso y respetuosos con el medio ambiente.

Volver a los jabones de nuestras abuelas hechos con el aceite de la comida que ya no se puede seguir usando.

 

3.-REUTILIZAR

 

La mayoría de desechables de la actualidad tienen una alternativa reutilizable, con un montón de vida. Botellas de vidrio o acero, bolsas de tela, maquinilla de acero, pajitas de acero, vidrio o bambú, vasos para llevar el café de bambú,  copa menstrual, compresas de tela, discos desmaquillantes de tela, y podría seguir así ni se sabe.

Pero hay algo más. Estamos tan acostumbradas a tener, porque somos del primer mundo, que, si lo podemos pagar, no vamos a comprar nada de segunda mano, pudiéndolo estrenar.

Libros, ropa, electrodomésticos, coches, etc. Hay infinidad de cosas a las que podemos seguir dando vida comprando de segunda mano, regalando cosas que tenemos que ya no usamos.

El caso es evitar seguir produciendo para tirar y malgastar materias primas, mientras los cerros de los basureros crecen de manera exponencial.

Reutilizar y comprar de segunda mano es un cambio mental, porque podemos ser unas ecopijas que compramos todo eco y todo bio, tan solo porque tenemos dinero para pagarlo, pero comprar de segunda mano aún teniendo dinero, es un cambio de paradigma, no una moda.

 

4.-RECICLAR

 

No es la R favorita, es más, debería ser de nuestras últimas acciones, porque si reciclamos envases es que consumimos envases, así que las otras tres R, aún no han pasado por nuestras vidas.

Y creo que se nos olvida una gran R, que, aunque no está en estas cinco R del residuo cero, para mí sería de las primeras: REPARAR.

Antes llevábamos los zapatos a poner suelas, tapas, y lo que hiciera falta, porque los zapatos estaban hechos para durar, ahora es más barato comprar otros y encima vas a la moda. Es verdad que no se hace nada duradero, porque entonces, la sociedad consumista y capitalista ser iría a pique, aunque, nos estamos yendo a pique igualmente.

La ropa que se quedaba pequeña o grande se arreglaba y se transformaba en otra cosa, como por ejemplo, un vestido largo, que terminó siendo corto y finalmente un falda.

Pero si no podemos dejar de comprar cosas con envase, porque a lo mejor no podemos, que nadie sabe nada de las vidas ajenas, y escribir desde nuestra silla es muy fácil, al menos recicla.

Todo al contenedor correspondiente. Los puntos limpios de los ayuntamientos recogen aparatos electrónicos y muebles viejos, incluso algunos ayuntamientos los recogen a domicilio una vez por semana, pregunta en tu ayuntamiento a ver que te cuenta sobre la recogida de ciertas cosas.

 

5.-ROT

 

Esto viene del inglés y significa compostar. No todas las personas pueden compostar, pero si tú si puedes, hazlo. O si conoces a alguien cercano que lo haga, guarda tus residuos orgánicos para su compostadora.

Eso ayuda a todo el mundo, al planeta, porque ese compost será un nutriente y la gestión de los residuos.

Y, aunque no te lo creas, a los propios animales. Muchos de ellos han dejado de migrar, no solo por los climas más cálidos, es que tienen que comer todo el año en los basureros, por la cantidad de comida que se desperdicia. Estamos transformando animales insectívoros o cazadores en carroñeros.

Es una manera más de destruir el gran ecosistema que es Madre Tierra, pervirtiendo toda la cadena trófica.

 

Piensa en estas cinco R.

Tienen miga, no solo cumplirlas, aunque solo las medites, seguro que muchas cosas cambian en tu interior.